En una final de fotografía se convirtió el resultado de las elecciones municipales, cada quién celebrando por adelantado la fiesta que solo abre las puertas a una.
Analizar después de la batalla los errores de la virtual perdedora ya hasta suena a tiempo perdido, y al verla vociferar sus propias cuentas con entusiasmo que mas parece estar rogando al apra que le ayude en ese arte tan dificil de las jugadas en mesa, aparece la resignación de sus asesores.
Cómo engañaron a Lourdes se puede decir?. Lo cierto es que ya parece consumada la derrota y el consuelo que le queda es que ganaron en muchos distritos, que se puede convertir en una mala experiencia, el no aprovechar el arrastre inverso que signifacaría llevar a la provincial a consecuencia de ganar muchas distritales.
Con todas - absolutamente todas - las proyecciones en su contra el PPC parece acercarse al final del camino de una lideresa que supo mantener expectante su posición, pero en los tramos finales nunca dió la talla que se requiere para estadista o burgomaestre.
Ni la pasividad ante un Alan García enrostrándole ser la candidata de los ricos, ni la agresividad al descalificar a Villarán por su ideología le sirvieron.
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