Un país sin periodistas

Un país sin periodistas es el sueño de muchos políticos actuales, porque de una u otra manera los organismos nacionales creados para luchar contra la corrupción, últimamente no descubren nada, sino es por esos bichos raros en que se han convertido los periodistas, que en su afán de informar, muchas veces se compran líos con los patrones.
Sino no se explicaría cuantas leyes, cuantos intentos de leyes, creados para practicamente proscribir el periodismo de investigación. Porque si se tratase de chisme barato, de crónicas policiacas, eso si les gusta, les encanta, porque como que el vulgo se adormece, ya que al sentir las miserias humanas expuestas como emblemas de convivencia social, de alguna manera se desliga del problema sustantivo, que es el causado por quienes prometieron llevarnos a la tierra prometida, pero que al final de cuentas los que encontraron su tierra prometida son ellos mismos.
Hasta el presidente despotrica del periodismo que publica sus actitudes cavernarias y primitivas, dando un mensaje nefasto para los medios, a no osar publicar sus falencias humanas.
Si no fuese por el periodismo, esto seguiría siendo el feudo de dictadores y ladrones, quienes desde las cárceles aún lloran por la herida.