
Ya se vislumbra en el horizonte el nuevo amanecer, que salvando las distancias está a años luz del sueño de mercenarios violentistas que convirtieron la ideología del pueblo, en el desencadenamiento de los siglos de abstinencia de sangre que embalsaron mentes innobles y terroristas.
Lo que hay en el partidor son, mas o menos dignos representantes de la partidocracia peruana, tan cerca de la oficina, como tan lejos del campo. Tan cerca a Asia, como lejos de Pachacutec-Ventanilla.
Así, que gane quién gane el sistema está asegurado. Por mas que se enloden gritando extremismos. Quizás el extremismo será la Pituca Rica , con la Pituca Clase media, pero no más allá.
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