martes, 26 de octubre de 2010

Triunfo de la democracia

El veredicto del pueblo, tantas veces soslayado, una vez mas se hace escuchar, mas diáfano que nunca, mas luchado, pero al fin la voluntad que vale.
Con el triunfo de Susana Villarán se abre nuevos horizontes en el firmamento político municipal, ese horizonte colmado de rojo por azuzadores profesionales, que encarnan la negación del progreso social. Aquellos que en sus intereses encontraron una nebulosa capaz de enarbolar un sistema que está muy lejos de ser la panacea y ensombrecer el principio de sensibilidad social que puede hacer al hombre, humano en mayor extensión que la palabra misma.
Sensibilidad social que debe ser enfocada hacia el crecimiento moral, cultural, y en última instancia economicamente. Y sobre todo cumplir el ofrecimiento que hizo posible que el pueblo le extendiese ese cheque en blanco que representa la designación política.
El pueblo exige cuentas claras, que aquellos que hicieron tabla rasa del derecho y control, sean procesados, como debe ser, y en el caso de encontrárseles responsabilidad, condenados como debe de ser.

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