Cuestionamientos es el común denominador de esta fórmula que fue presentada con bombos y platillos, teniendo como fondo de escenario a la pobreza, esa pobreza que también es la herencia del primer, segundo fujimorismo. Esos cerros que encierran décadas de vocación por el olvido, parecen reverdecer el ánimo de quienes necesitan por ahora el apoyo popular, para luego volver a sus lugares de residencia, tan asimétricamente diferentes. Acaso se atreverían siquiera vivir toda una campaña en un cerro de Huaycán, nada mas cerca de lo imposible.
Con una candidata que no puede mostrar mas pergaminos políticos, que su apellido casi dinástico, y su instrucción extranjera con medios nunca esclarecidos, mas una producción parlamentaria por decirlo menos paupérrima, poco es lo que debería aspirar el pueblo.
La vocación autoritaria, está garantizada con el señor Rey, que enarbola un pensamiento que se va alejando del sentido común, y que para él bien puede significar esta designación, como una devolución de favores, por haber sido el artífice de esa abortada ley que favorecía al reo mayor.
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