Luego del gigantesco destape de Wikileaks, parece que nada será lo mismo, este punto de inflexión nos coloca en el umbral de una nueva era, donde felizmente el poder de la información no pasa por el tamiz del poder, sino que se universaliza y está al alcance de la mayoría.No se escucha ni una sola palabra de parte de los sindicados, en el sentido de que la información filtrada sea falsa, por lo que todo apunta hacia la veracidad, que debería ser lo primordial.
Por lo que las afirmaciones sobre el peligro que representa las publicaciones para los amos del mundo, seguro que es cierto, pone en el tapete una hegemonía que se vale de las artes mas oscuras para llevar adelante sus planes.
Un hecho que representa lo bueno que puede ser la tecnología, tantas veces utilizada para la mentira y el mal. Hoy se presenta como una ventana que puede representar el amanecer de un florecimiento cultural de los pueblos que gimen en un pantano de ignorancia, con la desdicha doble, la de no reconocerlo.
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