La publicación de muchos documentos, ciento de miles, que muestran el otro lado de la superpotencia, el lado secreto, el lado que ocultan porque sus medios no están muy lejos de ser velados.
Quienes se irrogan el derecho de conocer mas allá de lo evidente, de tantos países amigos o no amigos, hace pensar que sus intereses tienen un aura de oscuridad, por decirlo menos.
A veces el estado de cosas llega a un punto, donde hasta los mismos conocedores de la verdad se sienten asqueados, ante tanta hipocrecía, esa sed de sangre que busca en pretextos endebles el desencadenamiento de mas guerras, que terminan filtrando información, para por lo menos sentirse bien consigo mismos. Y pudo ser wikileaks o cualquier medio, lo real y evidente es que traslucen una verdad que ayuda a quitar la venda de los ojos, aquella que hacía ver a los poderosos del norte, como unos ricos filántropos.