sábado, 18 de diciembre de 2010

El ego de Alan

Cuando uno escucha al presidente, parece estar escuchando a un Pavo Real, que parece tener la necesidad de proyectar una imagen de superioridad, de una ansiedad de que el paradigma sea parecerse aunque sea un poquito a él.
Le escuchaba en una ceremonia de promoción de un colegio llamado PRESIDENTE DE LA REPUBLICA, si hasta parece cortado con la misma tijera que Castañeda. Donde paseaba su elocuencia cuasi vacía, y hablaba en primera persona sobre lo que quiere que sean las nuevas generaciones, aquí no hay planes estructurados profesionalmente, aquí el deseo del presidente es la norma.
Ese mesianismo retrógrado puede ser la explicación por la que el gobierno no tiene objetivos a la luz pública, y no se sabe precisamente hacia donde se quiere llegar. Por lo que sus ministros, como siempre piezas de recambio, refundan el sistema cada vez que suceden los cambios.

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