
Hay que analizar las cosas un poco mas allá de lo evidente, de lo pueril que parece hacer inocente la violencia en menores. Lo cierto es que para que exista esta violencia, tenemos que pensar en qué puede estar pasando por la mente de un niño que de alguna manera se siente bien consigo mismo, al humillar, golpear a otro niño. Sin duda esto puede hasta puede ser una patología psíquica, al dejar de lado el altruismo que hace que se ayuden entre ellos, que jueguen; que comprendan que las diferencias de raza, diferencias económicas no pueden ser motivo para irrogarse el poder de atropellar los derechos de otros.
Allí tenemos que en primer lugar hacer una introspección al interior del hogar, analizar si allí se permite algún tipo de violencia; si los programas de la televisión preferidos por adultos o menores en algún grado muestran violencia. Y si los muestran, es responsabilidad de nosotros los padres enseñarles que esas cosas solo pasan en la ficción. Que nos encontramos en una era donde el mas fuerte, no necesariamente es el que triunfa, el que sale adelante, las cárceles estan infestados de personas que apuestan por la violencia.
Cuando a los niños comprendan que el sentirse bien a costa de la infelicidad de un niño que sufre es una anormalidad, estaremos formando una nueva generación de hombres, que no necesitarán de leyes para dejar de asistir a espectáculos de violencia y abuso como los espectáculos taurinos por ejemplo.
Estaremos también construyendo una sociedad que mas tarde necesitarán menos cárceles, pues los abusivos de hoy fácilmente pueden ser los delicuentes del mañana.
Aunque nos parezca díficil de digerir la idea, pero el abusivo de hoy ya está cometiendo un delito, no por poco grave deja de ser delito, pues viola un derecho que ampara las leyes nacionales e internacionales.
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