Como era de esperarse el Sr. Cipriani levantó su voz de protesta por el reparto de preservativos que anunció el ministro de salud. Lo aún noticioso del tema pasa por cuanto la opinión del clérigo es tán importante en un medio laico, como pretende ser el nuestro.Por respetuosas que sean sus opiniones, el hecho de causar alguna inestabilidad habla de una debilidad del estado frente a posiciones dogmáticas de instituciones que se caracterizan por precisamente hacer una defensa ciega de un principio, de los que sus mismos principales componentes parecen no creer, casos de los sacerdotes violadores, no castos.
Hicieran mejor los representantes del clero de buscar formas mas efectivas de controlar a sus representantes, y dar el ejemplo de que su fe es sustentable en el tiempo. Antes que pretender asumir roles mas universales, que de alguna u otra forma puede chocar con otras posiciones. Todas muy respetables por cierto.
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