Para alguién que no tiene nada que temer - en cuanto a su situación con la justicia - la denuncia podría convertirla en una mártir, en una víctima del sistema de guerra sucia. Pero parece que keiko no las tiene todo consigo, entonces se lanza a proclamar su inocencia mediática, secundada por muchos que también tienen cuentas pendientes.
Haciendo ajustes y acomodos logra explicar que su papá pudo haber pagado sus estudios, pero si le sobraba algo era una miseria, como para hacer inexplicable la ostentosa vida en japón del prófugo, viaje en avión privado, residencia exclusiva en chile, defensa legal onerosa para luchar contra la extradición y luego el juicio.
Con ello crea un precedente funesto, pues trata de explicar la legitimidad de sus pagos y esconder lo que el reo fujimori aceptó al allanarse a los juicios por corrupción, desvío de fondos del estado, etc. Pues estaría explicando que su papi puede ser un pillo en muchas cosas, pero sus estudios los pagó con dinero honrado. Dificil de creer a estas alturas.
Algo en cambio en lo que tienen razón los fujimoristas es que no se le puede imputar la comisión de un delito, si los pagos los realizó su padre y vamos que los hijos no pueden pedir cuentas de lo que sus padres pagan, sino cuantos sentenciados se verían acompañados por sus hijos.
Lo que keiko pretende es además hacer aparecer a su papá como el mejor presidente de la historia, como si el indicador para ello fuese cuanto se apropió de bienes estatales.
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