
Me robo la frase de Acevedo, pero si que es buenísima, ya que representa todo a donde puede llegarse si lo que importa es solamente el poder. Ya que con ideologías no se cimientan impunidades, encontramos ex-humalistas, apristas, fujimoristas, de la mano en ese trance que le llaman gobernabilidad, estabilidad jurídica.
Es pues la última perla del oficialismo para hacerse de la mayoría de votos en el congreso, este gobierno tan dada a la mentira como la de nombrar un contralor de la oposición. Si rehusó verse supervisado por la oposición, es porque le es incómodo la transparencia, con el viejo san benito de que la oposición busca solamente aniquilar el sistema, menos cedería la presidencia del congreso, donde con una y mil cuchipandas dosifican las leyes que le convienen.
Y luego de esa simulación de elecciones donde había un único candidato, como para hacer mas ridícula la situación, se ponen a festejar por su triunfo. Un triunfo que para el país representa un paso hacia atrás, que deslegitima el significado de democracia participativa, pues lo convierte en un status quo sin capacidad de autofiscalización.
Lo que buscan es blindar el sistema de manejo oscuro, la malinterpretada fraternidad. El vale todo que permita seguir inflando su egolatría.
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