Se está viviendo momentos de tensión en lugares donde se produce el gas, y donde por increible que parezca aún no ha llegado el gas, y lo poco que llega es a precios como si la trajesen de la China.
Es esta oprobiosa realidad la que aviva los reclamos, muchas veces equivocada - en forma - de los pobladores, que ven a las autoridades nacionales asentadas en la capital, decidir priorizar la venta al exterior de nuestro recurso, y con un agravante de venderlo a precios infimos, los mismos que pueden ser revendidos a precios internacionales, generando una ganancia por demás onerosa a transnacionales que encuentran en las autoridades casi ningun compromiso real con el pueblo.
Un gobierno que para despotricar del anterior anunció la renegociación del contrato de exportación, que luego no hizo nada al respecto, hace sospechar logicamente de manejos oleaginosos nada santos.
Entonces ahora que el gobierno pide cesar las protestas, debe estar en la capacidad de explicar porque de su apuesta primario exportador, porqué parece ser mas el lobbysta de foráneos.
Un país que avanza hacia el primer mundo, con indices tan sospechosos de alfabetización, pero al fin anunciados grandilocuentemente, debería estar en la posibilidad de convocar inversiones serias, para industrializar nuestro recurso y darle valor agregado, que es la única forma de salir de este modelo primario exportador, que tienen un epílogo funesto siempre, los recursos se terminan y los inversionistas se van con la chequera bien gorda y allá los pobres que seguirán viviendo la realidad de un país con autoridades que fungen de virreyes de una corona que es el vil metal.
Se le escucha decir al primer ministro que el no vá a lugares donde se ha tomado las carreteras, habría que preguntarles a cuantos sitios de tensión ha ido antes que la paciencia se les acabe a los pobladores.
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