Cómo si no hubiese sido suficiente con todo el horror que se vivió en hiroshima - nagasaki, donde se asesinó a población civil, no es que fue producto de una batalla, sino la acción de una superpotencia que recien asomaba a dicho status, quiso irrogarse el poder a travez del terror.
Así pende sobre el mundo la amenaza de una nueva conflagración militar, donde como siempre los civiles tienen la de perder. Quizás el premio nobel de la paz se ponga a la altura de la responsabilidad mundial que ostenta y evita esto que ya es cosa de locos.
Con el mismo pretexto con el que se destruyó Irak, quieren convertir a Irán en escenario de ensayo de su nuevo material bélico. Probar qué tan eficaces son matando personas, vamos que rehuyen del enfrentamiento.
Hasta cuándo el afán expansionista, trapaz, tendrá cabida en las mentes de humanos, que hacen lo indecible por no parecer humano simplemente.
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