
El peligro de eliminar simplemente a mansalva, puede representar entrar en una vorágine de violencia con desenlaces por demás funestos. Porque a la luz de la situación, qué nos puede garantizar que no aparezcan nuevos elementos seducidos por ganar dinero de esa forma delictiva, nunca se podrá eliminar a todos los implicados y tampoco a los potenciales implicados.
Mientras exista la posibilidad lucrativa relativamente fácil, no faltará quien despojado de valores éticos y escrúpulos caiga en las redes delictivas. Ese es el reto para las autoridades encargados de la educación, que tienen la misión casi imposible de desarrollar políticas que permitan resaltar, enarbolar valores éticos. Sería revolucionario invertir en la calidad humana, imaginar una licitación pública internacional sobre políticas culturales me parece una inversión muy positiva. Pero apostar sobre todo a los que tuvieron experiencias positivas, y no creer que ya nos sabemos todo, que por eso estamos como estamos.
La reingeniería humana sería muy bueno que ya tenga su cabida, que de cemento y dinero están construidas muchas vidas de infelicidad.
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