
A estas alturas del gobierno - tercer año - estar echandole la culpa de los sucesos al gobierno anterior, vaya que si tuvieron todo el tiempo para replantear la estrategia del estado, y con una agravante que en el gobierno pasado durante casi toda la gestión no se tenía la caja - del cual tanto se ufana ahora el oficialismo - sino se esperaba recien el chorreo. El chorreo llegó, pero poco o muy mal se hizo en cuestión de defensa.
Por otra parte denigrar el papel que cumple la sociedad civil a travéz de las organizaciones ONG o la Comisión de la Verdad es muy poco elegante. Pretender no tener fiscalización civil puede llegar a significar un indiscriminado ataque a la población que reside en la zona. Si tenemos claro que investigar no es condenar.
Después de todo un oficial de las fuerzas armadas de no haber cometido excesos barbáricos, puede salir bien librado de la justicia. Acaso se pretende que aún las pruebas broten por doquier se siga blindando a elementos que manchan el honor de una institución que tiene mas de gloria por su labor. O apostamos por elementos psicologicamente fuertes y con convicciones firmes de que la barbarie es exclusividad de los bárbaros, y que traspasar esos límites tiene su precio.
Y las bravatas que interpreta vociferando como queriendo convencer por altisonancia y no por razones, mas dicen de una personalidad débil que pierde los papeles cuando por el contrario se espera firmeza, a la vez que respeto irrestricto de los derechos democráticos de todos.
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