
Nunca simpaticé con los programas que realiza Laura Bozzo, pero me parece que tiene toda la libertad de emitir su programa, pues no es a travez de la censura que se logra subir la calidad de lo que se vé, sino a travéz del discernimiento público sobre lo adecuado y no adecuado que se requiera según la audiencia.
De alguna manera ella muestra lo que llega o lo que puede llegar a realizar muchas personas que viven en los extremos de la pobreza y se desenvuelven en un infra-mundo que a vista de la mayoría puede llegar a ser denigrante. Y lo que puede ser aún mas paradójico, muchas personas de estratos sociales medio - altos también pueden llegar a vivir episodios denigrantes, cuando su desarrollo económico no guarda relación con su nivel cultural.
Dependiendo de la perspectiva de cada teleaudiente estos programas pueden hasta representar positivos, ya que muestran lo que no debería hacerse, solo basta tener un criterio mínimamente crítico y coherente para discernir las cosas que son perjudiciales.
Cuando vemos la prensa diaria, donde practicamente se hace apología del chisme sin sentido, nos damos cuenta que el fondo del problema no es que los diarios muestran la parte cloaca de la realidad, sino que de alguna manera eso es lo que tiene demanda. Seguramente si esos diarios comenzaran a mostrar debates políticos alturados, artículos de la realidad tecnológica actual, análisis del ser existencial, articulos literarios, artículos de autoayuda, quizás se quedarían en el kiosco.
Uno de los temas mas trascendentes en la prensa mayoritaria es la intimidad de los famosos, y en general de terceras personas. De alguna manera se tiene el concepto que es bueno enterarse de los problemas ajenos, y hasta se realizan conversatorios sobre lo que deberían hacer para que les vaya mejor, sino vea 5 minutos a magaly. Ese altruismo en el fondo enceguecido de morbo, es mas que nada una droga para adormecer el mismo espíritu que sería mas positivo si la aplicásemos a nuestra vida propia y punto.