

Ante la inoportuna premiación al presidente norteamericano como Nobel de la paz nada menos, quedan mas interrogantes que respuestas, en primer lugar porque hace muy poco que salió de su campaña mediática, y también hace muy poco es presidente en ejercicio, y cambios trascendentales en la política militar no se ha visto.
A menos que lo que se premie son intenciones, que creo no es el caso del nobel, porque otrora veíamos personalidades que dedicaron una vida por la paz.
Porque a saber no se retiran las tropas norteamericanas, que a nombre de potencia mundial y utilizando armas ultra sofisticadas intimidan a un pais, que por cierto no es una amenaza mundial, ni mucho menos se encontraron las armas de destrucción masiva que sirvieron de pretexto para la invasión. Por el contrario se refuerza el despliegue en Afganistan, no se condena el golpe en honduras, se instalan bases militares en américa latina. En fin situaciones que desdicen de un país que tiene por primer dignatario a un nobel de la paz.
Por lo visto lo que se premia es la paz desde la perspectiva de los poderosos, porque mientras paises muy pequeños y pobres sufren en carne propia el dolor de sentirse invadido, por otro lado se premia la paz, que solo puede ser del muy poderoso al que los enemigos no le hacen sino cosquillas.
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