El tribunal constitucional - máxima instancia democrática - acaba de emitir un fallo tan alejado de la ciencia y la razón, como cercana al clero. El prohibir el reparto gratuito por parte del estado de la llamada píldora del día siguiente, no hace sino negar la posibilidad de controlar la natalidad en casos que escape del deseo de la madre principalmente.A la vez que discrimina, debido a que quienes tienen poder adquisitivo pueden comprarlo y usarlo, dejando una vez mas a los mas pobres en desventaja. Es como si una conspiración siniestra se preocupara más porque existan pobres, porque solo cuando se asegura pobreza, se asegura atraso intelectual, y ese es el campo de cultivo para los grupos dogmáticos.
Pretender origen divino de la mano de un violador que asalta a una indefensa, es creer que la máxima divinidad puede ser manipulado por los instintos de un ser bajo. Cosa que a todas luces parece ser imposible.
Por ahora tenemos la libertad de elegir tener o no tener religión, en el caso de elegir tenerlo tenemos una basta oferta, pero aún el poder del clero se deja ver con sus influencias en las decisiones de estado.
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