Por caricaturesca que parezca la figura, no deja de ser cierta. El congreso aprista allanó el camino para el retorno de la castigada congresista Tula Benitez, para ello también se necesitó utilizar el engranaje que representa el poder judicial, que en virtud de la situación hace auténticas interpretaciones de la ley, claro cuando les conviene.
Mientras que a la Sra. Canchaya la condenan, pudiéndo haber sido exculpada con los mismos argumentos que a la compañera, a la compañera la premian y castigan al congreso, mira que ironía, hasta donde se puede llegar en nombre de una mal llamada fraternidad.
Con esto el poder judicial que tantos méritos ganó con la condena ejemplar al chino por sus tropelías - reconocidas -, con la otra mano deshizo los puntos, para dar paso a los faenones y enjuagues, que no hacen otra cosa que diezmar la credibilidad de los dos poderes mas importantes del estado.
Luego escuchamos a los representantes del ejecutivo defender con tanto ahinco el sistema, cuando con estos actos no hacen sino apología al antisistema, porque si el sistema permite hacer tantas cosas oscuras, mejor sería mirar la acera de enfrente.
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