Compatriotas

Descansan sobre nuestros hombros responsabilidades inconmensurables, legiones de bandidos acechan el erario como si de un botín se tratase. Está en nuestras manos, en el pundonor que emerge de lo mas profundo de nuestras almas, hacerles frente y rechazar cualquier intento de transformarnos en simples lacayos de un imperio ignominioso. El imperio de la mafia y de donde el sol emerge.

El precio de las mas grandes traiciones, ya lo pagaron gotas de sangre valiosa de hijos que ofrendaron su vida, aquellos héroes inocentes, militares y civiles, claman en nuestras memorias una muestra de dignidad, de consecuencia.

Aquellos que escribieron la historia con sangre, ahora pretenden lavarse la cara con votos irreconocible-mente generosos de un pueblo que ante la disyuntiva, solo encuentra desinformación, engaño y guerra sucia. Para los que creían sepultados los métodos mas bajos, sorpréndase, están de vueltas y recargados.

Cuanta nubosidad tuvo que pasar, para que los mas grandes totalitarios, nos asusten con sus antecedentes, achacándolos al contrincante. Y presentan como si de maquiavelo se tratase, las mas burdas explicaciones, pero con el signo inconfundible de quien se las conoce de todas, todas.

Los que nos hicieron cholito una vez, se ufanan de poder hacerlo otra vez, pero el escenario cambia inevitablemente. Ya cada vez es mas difícil canjear votos por dádivas, si acaso el vivaracho recibe su regalo, y vota por el que cree sea el adecuado.

Llegó la hora de la verdad, de cara con la historia, con la responsabilidad de sustentar mañana y siempre una opción democrática. Solo si elegimos bien, podremos ver en el espejo a una persona de convicciones firmes e inteligentes.