
Por el contrario la evolución natural parece al fin envolver también a nuestro medio y la barrera ideológica está dando paso a un viraje responsable. Como muestra de una madurez política que mas tarde que temprano inevitablemente tenía que llegar.
Ahora se escucha el pregón de los nostálgicos derechistas, que se acostumbraron y se creían eternos en el poder, que queriendo infundir miedo sin querer colaboraron con la debacle de su bastión político. Que más que una ideología política, representa una acomodo a un status quo favorable a intereses minoritarios.
Si todas las tendencias siguen como siguen, ya se vislumbra una nueva etapa.
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