Se inició un nuevo juicio al ex-dictador , con ello la aceptación de parte y de paso la negación de su culpabilidad penal. Qué dificil será creer que el presidente que pacificó el país, que moralizó la administración pública, se manchaba las manos echando garras a fondos del estado y se dice inocente.
15 millones para su asesor, para un funcionario de mas bajo nivel, que de seguro el merecía mucho mas. Pero alli está, el hombre que ganando 2 mil soles, pudo pagar cuentas muy grandes en estadías, estudios de sus hijos, estudios de abogados, vuelos transcontinentales, campañas millonarias. Si mas parece el papel de un mago.
Veía un video colgado en la red, donde el sucesor dinástico del samurai se gastaba la garganta gritando las bondades de su padre, pero qué dificil será convencer a los hombres de a pie, aquellos que no veran en su vida 15 millones, ni mucho menos, que su lider es en verdad inocente. Sino que estarían fomentando con sus presencias, con sus protestas la impunidad.
El hombre que se puso los pantalones gritaba, el hombre que acabó con los locos asesinos, el hombre que sucumbió ante la beleidad del sucio dinero. El hombre que manchó la honra de sus verdaderos seguidores, que si son luchadores. Ese hombre que tambien pide justicia, cuando lo que ansía es impunidad. Si tienen un dedo defrente, a los seguidores de las huestes naranja, no hacen faltas pruebas, este hombre admitió que tomó dinero del estado, para pagar honorarios de éxito a su asesor, eso en un pais que se haga respetar es delito, y los que lo cometen y son castigados, se lo merecen porque en vez de salvaguardar lo que juraron cumplir no lo hicieron.
El resto será la caida del telon de moralidad del que decían estar investidos. Se conocerá el mecanismo por la que se pudo hacer de un estado, un remedo de decencia. Se verá la desnudez de las fortalezas que cree tener la hija del samurai, que se ve en el palacio imperial, acompañado de su séquito extranjero. Aquella que cree que el único mérito que se necesita para llegar a la mas alta magistratura del estado es ser hija del emperador, porque de cualidades profesionales, personales no le conocemos una.
Y no es con odio como se jactan de repetir hasta el cansancio, que escribo estas líneas, es con la verdad subjetiva de principios.
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