lunes, 21 de febrero de 2011

Donaciones S.A.


El dinero fluye en la campaña electoral, en la medida que la credibilidad de la entereza moral de los candidatos disminuye. Recibir onerosas donaciones, pareciera que es un destino ineludible del sistema político, electoral actual; aunado con la realidad socio cultural del país.

Porque probado está que una transnacional puede venir aquí, levantar una campaña de marketing ensalzando la vanidad de tener un producto novedoso, o facilidades que te encadenen a un consumismo asfixiante, y funciona. Vemos a la gente adorando por ejemplo los cientos de minutos que le regalan en una oferta dudosa de llamadas, y no es que se estén realizando muchas llamadas de negocios, transacciones, sino que han sido avasalladas por ese modo de saberlo todo al instante, no importando que tan vana sea la noticia. Ni hablar de los créditos de consumo, que con la ilusión de tener ahora lo que te costaría esperar un poco, terminan pagando mucho mas.

De ese estado de cosas se han fijado nuestros inteligentísimos políticos, en nuestro medio funciona el marketing, invertir mucho, para luego cobrar cuan transnacionales los intereses que velan su trayectoria como buenos políticos. Entonces prometen hacerlo todo, usted solo tiene que votar por ellos, que ellos se encargan de todo. En otras palabras te están diciendo yo voy a gobernar tu casa, yo administro tu dinero, lo único que no te dicen que ellos tambien se se encargaran de proponer el modo de gasto y su sueldo los fijan ellos. Como quiera siempre faltará dinero para las campañas, no dudan en aceptar donaciones, venga de donde venga. Alguién que le sobre unos miles de dólares es difícil de encontrar, por lo que no importa si esto viene con un conflicto de intereses, intereses que de seguro no se olvidaran de cobrar.

Para los que piden propuestas en vez de crítica, allí les va una, no tiene que ser infalible, el éxito viene acompañado de acción cívica, de compromiso desde el poder y desde el pueblo. Sino hasta la genialidad mas fantástica fracasaría. Cambiar el absolutismo ejecutivo, así como en el congreso se reparten fuerzas, ¿porqué no en el ejecutivo?. Que sería ingobernable, sería con políticos de casta gansteril, con aquellos que solo ven los exitos propios como buenos. Esto tendría que cambiar, al final el gobierno es un servicio, si de veras irían al sacrificio, a trabajar, con gusto cederían la posta al rival político. Solo si quieren robar a solas, y que nadie les haga sombra, buscarían estar solos en el gobierno.

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