
Cuando debería haber un serio llamado de atención al ministro del interior por las detenciones arbitrarias, que son un signo alarmante de una democracia incipiente, se le premia con el cargo de primer ministro.
Parece que las sombras de asesores montesinescos aún rondan el poder, esperemos que se denuncien los casos de corrupción en todos los niveles.
Y que se respete la ecología, el agua, que son el futuro de los pueblos, y debería preocuparse menos por generalizar el asistencialismo, que solo son sedantes y no medicina.
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